Artículo enviado en abril del 2006
Por Lic. María Zysman
Dra. Flavia Sinigagliesi
Socia de la AAPI
¿Qué es el Bullying?
El hostigamiento o Bullying se define como un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de un/os niño/s hacia otro que se convierte en víctima.
Deben darse las siguientes condiciones:
1.- La agresiones se producen sobre la misma persona (víctima) de forma reiterada y durante un tiempo prolongado.
2.- El agresor establece una relación de dominio-sumisión sobre la víctima. Hay una clara desigualdad de poder entre el agresor y la víctima.
3.- La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder ser blanco de futuros ataques.
No todos los comportamientos agresivos o los conflictos que surgen en un grupo pueden considerarse hostigamiento o maltrato. Los problemas de convivencia, si son solucionados adecuadamente contribuyen al desarrollo de habilidades para la socialización.
Tipos de hostigamiento:
Físico: golpear, patear, empujar, romper pertenencias, robar, obligar a alguien a hacer lo que no desea.
“Los varones eran más estúpidos y las chicas eran más crueles. Mientras que ellos me ponían alfileres en la silla, ellas me acosaban, no me dejaban comer y andaban buchoneando cualquier cosa”. (Camila, 12 años)
Verbal: Poner apodos, burlarse, insultar.
“Yo en ese colegio era la marioneta de pruebas. La manejan, la llevan a todas partes con malas palabras, malas intenciones, un chico lo decide, le dice a toda la clase, invitan a burlarse.” (Juan, 9 años)
“Me regalaron una perrita sin raza y ella me empezó a decir “villera”, “sucia”, “asquerosa” y cosas así. Y después empezó a arrastrar a todas las otras chicas.” (Camila, 12 años).
Social: “hacer el vacío”, “ningunear”, aislar a la víctima, ignorarla deliberadamente, difundir rumores.
“Cada vez que tomaban lista cuando decían mi nombre todos gritaban “ausenteeeeeee” cag….de risa. Yo no quería, pero lloraba.” (Luciana, 11 años).
“Un día llegué al colegio y todas las chicas se habían comprado la misma campera. La única que no la tenía era yo” (Mora, 16 años)
“Los tres tipos de intimidación tienen un componente de maltrato psicológico importante, latente en todos y cada uno de ellos. Si este acoso se mantiene en el tiempo y de forma repetida, al final se produce lo que se llama victimización psicológica” advierte José María Avilés (España).
“Me hicieron bolsa cuando supieron que mi vieja tiene cáncer. Cada vez que aparecía yo decían algo….tipo llegó la enferma, la huérfana, qué se yo….cosas espantosas. Yo me repetía no llores que es peor, no llores que es peor. Pero imaginate, era imposible, ya tenía una banda yo con loque me pasaba. Además como soy muy alta decían ahí va la modelo cancerosa. De terror, te juro”. (Martina, 15 años)
El objetivo de la intimidación suele ser un solo alumno. Se puede ejercer en solitario o en grupo pero se intimida a sujetos concretos. Nunca se intimida al grupo.
¿Quiénes participan?
Además del agresor y la víctima debemos incluir a los demás compañeros, profesores/maestros/personal de la escuela y padres.
Todos, de una manera u otra, cumplen un rol en esta situación de hostigamiento. Observamos características específicas en el agresor, la víctima y los espectadores:
Agresores:
Suelen ser en principio chicos seguros de sí mismos, con un nivel de autoestima bastante alto y que intentan imponerse a algunos de sus compañeros. Asumen el rol de líderes.
Generalmente son imponentes físicamente (los varones), manipuladoras (las mujeres), con bajo rendimiento escolar. Su temperamento es agresivo e impulsivo, con deficiencias en habilidades sociales para comunicar y negociar sus deseos.
Presentan falta de empatía y de sentimientos de culpabilidad. Son o fueron hostigados en algún momento, ya sea en la escuela o fuera de ella.
“Hay uno que no tiene un mango, le decimos villero y por ejemplo si sale la play station 3 nos cag….de risa y decimos seguro que ese se compra la play 1”. (Pilar, 14 años)
“Reyna vino hace poco de Bolivia y es una villera” (Karen, 9 años. Vino de Bolivia hace 4 años).
Víctimas:
En general son chicos débiles, inseguros, con baja autoestima y fundamentalmente incapaces de salir por sí mismos de la situación que padecen.
Tienen bajas habilidades sociales y suelen ser rechazados dentro del grupo. No disponen de herramientas psicológicas y sociales para hacer frente a la situación. Suelen ser chicos apegados a su familia, dependientes y sobreprotegidos por sus padres.
Las causas para que un alumno se convierta en víctima no tiene que ver con el hecho de que sea gordo o pelirrojo o extranjero o lleve anteojos.
Mayoría silenciosa:
Los compañeros temen defender a la víctima por la posibilidad de pasar a ocupar su lugar. Muchos se divierten ante la humillación de un compañero, también pueden sentir que el agresor hace aquello que ellos mismos no se animan. Se produce un contagio social que inhibe la ayuda e incluso fomenta la participación en los actos intimidatorios.
“Durante un tiempo pensé que me podían ayudar Ana, Laura y Mora, que no estaban interesadas en eso. Pero terminó arrastrándolas a ellas también” (Camila, 12 años).
“Lo hacen por celos, porque está nervioso, porque no lo quieren. Todos lo odian al marioneta y llegan a un acuerdo cuando todos lo deciden y agarran a uno. Los convencen a todos, lo mismo que en la política.” (Juan, 9 años).
Los adultos (padres y maestros) a menudo solo detectan el problema cuando ha tomado proporciones evidentes y con frecuencia graves.
“Yo la veía mal, sin ganas de ir al colegio pero no entendía qué pasaba. Un día por error encontré e-mails humillantes en su cuenta. No podía creer lo que le decían: estás sola, no tenés con quien festejar tu cumpleaños” (Julia, madre de niña hostigada).
“Intenté de todo hablando con la rectora del colegio. Su respuesta siempre fue “vamos a trabajar con el grupo” pero las agresiones siguieron. No sancionaron a nadie. Y al final, en diciembre, echaron a mi hijo del colegio porque dicen que es raro y quieren una escuela homogénea”. (Ana, madre de niño hostigado).
“Sra Mamá: Noto a Camila muy triste, más que de costumbre. Pasa algo en casa?” (profesora. En la casa de Camila no ocurría nada significativo).
El Bullying suele ser solapado, los chicos no hablan del problema, las agresiones se manifiestan en los lugares donde no hay adultos (recreos, comedor, pasillos, baños -entre otros-). La víctima es amenazada: “si hablás va a ser peor”.
Síntomas de que un chico está padeciendo Bullying:
* Llega a casa con arañazos, golpes o la ropa estropeada.
* Pierde el dinero para el almuerzo/kiosko/colectivo.
* Está siempre de mal humor.
* Evita salir de casa e ir a la calle.
* Las notas empeoran.
* Tiene insomnio, está ansioso.
* No quiere ir a la escuela, “le duele la cabeza o la panza” permanentemente.
* Llora con facilidad y sin motivo aparente.
¿Qué podemos hacer?
El Bullying es un fenómeno que sucede (y sucedió) a lo largo de muchos países del mundo. Cada cultura y cada país aporta características específicas, cualitativas y cuantitativas.
Para construir un proyecto debemos partir de lo que está sucediendo. Encontramos especificidades muy particulares en cada establecimiento educativo y es conociendo esas características como se puede empezar a trabajar.
Cualquier método que sirva de comunicación para las víctimas será bueno porque romperá el mayor aliado de los agresores: “la Ley del Silencio”.
“La situación de maltrato destruye lentamente la autoestima y la confianza en sí mismo del alumnado que lo sufre, hace que llegue a estados depresivos o de permanente ansiedad, provocando una más difícil adaptación social y un bajo rendimiento académico. En casos extremos pueden producirse situaciones tan dramáticas como el suicidio” (Ortega, 1994).
“Se trata de una cuestión de derechos democráticos fundamentales por los que el alumnado se tiene que sentir a salvo en la escuela, lejos de la opresión y la humillación intencional repetida que implica el Bullying”. (Olweus, 1999)
“Una respuesta a incidentes de prevalencia de Bullying debe ser clara, honesta y directa, evitando el uso de la humillación, el sarcasmo, la agresión, amenazas o manipulación. Debe ser inmediata, con posible solución a largo plazo. Debe permitir saber qué ha sucedido, quiénes estuvieron implicados y qué acciones fueron adoptadas. Y además de implicar a las familias en cada etapa, debe proporcionar oportunidades para que las chicas discutan distintos caminos para resolver el problema” (Sharp, Cowie y Smith, 1994).
Si confirmamos que en un grupo existe hostigamiento debemos actuar con rapidez y firmeza.
Hay diferentes maneras de encarar la situación, diferentes técnicas de trabajo con los chicos y los adultos. Pero es importante adoptar medidas de urgencia con las cuales estén comprometidos todos los miembros de la comunida educativa:
* Medidas para proteger al alumno/a que ha sido agredido/a: incremento de la vigilancia en los lugares donde se producen las agresiones.
* Medidas disciplinarias para el agresor/es.
* Información a las familias: el tutor/a y/o equipo directivo realizará una entrevista individual con cada una de las familias del alumnado implicado garantizando la confidencialidad de la información.
Sugerencias de intervención:
Se informa a todo el personal de la escuela:
• la diferencia entre intimidación y tomaduras de pelo.
• la extensión de la intimidación entre los alumnos.
• las partes y los mecanismos psicológicos implicadas en este tipo de abuso de poder.
• el enfoque de las cinco trayectorias al problema que consta de:
- Ayuda para los niños que están siendo intimidados, formación en habilidades sociales.
- Ayuda para el intimidador (es importante cuidar especialmente la manera de transmitirlo a su familia ya que ésta podría castigarlo y así aumentar el nivel de violencia).
- Ayuda para la mayoría silenciosa que toma la forma de movilización del grupo.
- Ayuda a los docentes, formas concretas de afrontar el problema
- Ayuda para los padres, información, consejo.
Un niño hostigado es un niño en riesgo grave.
Un niño hostigador es un niño en riesgo grave.
Una sociedad que acepta en silencio la relación hostigador/hostigado es una sociedad en riesgo muy grave. (Dr. Miguel García Coto, 2005 )
Intervenir en Bullying exige asistir tanto a la víctima como al victimario.
Si el Bullying es una maqueta del modelo social CONSTRUYAMOS OTRAS MAQUETAS POSIBLES.
Lic. Maria Zysman – Psicopedagoga
Dr. Miguel A. García Coto- Psiquiatra de niños
Dra. Flavia Sinigagliesi – Pediatra
Dr. Jorge Srbastein- Psiquiatra de niños (USA)
Prof. Mariana Kelly – Docente
Mail: grupocidep@fibertel.com.ar
* Bullying, Intimidación y Maltrato entre el alumnado (José María Avilés Martinez)
* Protocolo de actuación ante una solicitud de intervención en casos de Bullying (España)
* Bullying online
* Conductas de acoso y amenaza entre escolares (Olweus, D)
* Violencia interpersonal en los centros educativos de Enseñanza secundaria. Un estudio sobre el
maltrato e intimidación entre compañeros. Revista de educación. (Ortega, 1994).
* Cosas de chicos o ….. Bullying? (Miguel Angel García Coto - María Zysman 2005)